Discurso Inaugural del VI Congreso de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. III Congreso para la Paz. Universidad Católica de Colombia. Bogotá. Colombia. Días 11 y 12 de Septiembre, 2018
El artículo 9 de la Constitución Chilena hace una declaración de principios con fuerza obligatoria: “El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos.” Cuando se ataca las ramblas de Barcelona, el paseo marítimo en Niza, los cafés en París, el metro de Londres o una calle de Beirut, se envía un mensaje contundente: cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, puede ser atacada, sin importar si representa algún tipo de autoridad, poder o influencia. Nadie esta salvo y esa es la sensación que se busca, que las personas sientan que nadie puede proteger ningún derecho frente a una violencia desatada en que los sistemas políticos, en particular las democracias occidentales se ven cada vez más impotentes, sin perjuicio que han sido esas mismas democracias que le han negado la identidad nacional, haciendo sentirse extranjeros permanentes a quienes ya tienen dos o más generaciones en esos países. Debemos compartir con Ivan Witker, que a pesar que