Un viaje Académico, Político y Espiritual a Líbano
Estuve hace unas semanas en Líbano por una invitación
recibida desde la Holy Spirit University of Kaslik (USEK), para inaugurar el coloquio
sobre “Desigualdades y Democracia en América Latina y el Medio Oriente”, en que
participaron académicos de ambas regiones, fui condecorado por la Universidad como Visita Ilustre, lo que ha constituido para mi un orgullo y privilegio.
En el marco de esta actividad, pudimos
apreciar de cerca la situación que hoy vive el Medio Oriente y, en especial,
Líbano, con más de 1.200.000 refugiados sirios registrados oficialmente en el
país, cuya población permanente es de sólo 4.000.000 de habitantes. A estos
refugiados, se agregan egipcios coptos y cristianos iraquíes.
Líbano se convierte nuevamente en tierra de
refugio para los desamparados y perseguidos de la región. Pero con problemas ya
endémicos en su matriz de energía, servicios básicos y puestos de trabajo, agravados
por la circunstancia de que el país no está preparado para recibir a tal número
de refugiados.
A este enorme desafío humanitario, se suma la
peculiaridad política que Líbano lleva más de año y medio sin Presidente de la
República, por cuanto las diferentes facciones aun no se ponen de acuerdo. Como
lo destacó el cientista político Dahl, Libano es la única democracia de
consenso en el mundo, lo que determina estas situaciones de crisis prolongadas
y las reviste de cierta “normalidad”.
En Baalbek (al este) ha tratado de entrar el
Daesh o Estado Islámico o Califato y ha sido rechazado por el Ejército Libanés.
El país se mantiene en paz, con problemas cotidianos como la basura, que
durante mi estadía era uno de los temas más relevantes por cuanto no existía
recolección. Existe un problema concreto de espacio físico para su disposición
final. Sin embargo, hoy día los camiones recolectores están cumpliendo su
función.
El centro de Beirut está virtualmente
cerrado por cuanto el Parlamento no está funcionando normalmente. Las tiendas concebidas
para los turistas de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes se encuentran
cerradas, pues estos visitantes no están viajando a la región. Muchos de ellos se
trasladaban por tierra a Líbano, pasando por Siria, trayecto hoy impensable.
En algunos lugares del sur, más deprimido al menos en
apariencia, hay mayoría mulsumana, tanto chita como sunita.
En contraste, existe gran actividad
comercial al norte de la capital: Junieh, Kaslik, Jbeil o Biblos muestran gran
vitalidad. La juventud sale en la noche a pubs o discotecas, los restaurantes
están llenos de personas con intenciones de comer la más alta gastronomía del
Medio Oriente..
El impacto de los bombardeos rusos en Siria
ha sido positivo en el ánimo de los libaneses, que ven la posibilidad de una
salida. Pero también se observa con preocupación la gran cantidad de refugiados
que intentan llegar a Europa, que involutariamente
pueden constituir un factor de inestabilidad o polarización de los liderazgos
políticos occidentales.
Hay preguntas sin respuesta en estos casos.
¿Por qué Arabia Saudita o los Emiratos Árabes, que tienen tanto dinero, no admiten
ni a un solo refugiado? ¿No son sus hermanos árabes?
Otras preguntas también intrigantes: Estados
Unidos y sus aliados en la zona han combatido por más de un año al Estado Islámico
y al frente Al Nuszra y no han conseguido su repliegue, al contrario. Rusia,
con sólo tres días de ataques, produjo un cambio profundo en la situación
bélica en Siria, destruyendo bases importantes del Daesh y su repliegue parcial. Viaje interesante para adentrarse en las profundidades de la política que las grandes potencias implementan en Oriente Medio, todos los demás son víctimas.


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