La batalla de Arsal: una obra maestra militar contra el terrorismo en el Líbano



Rafael Rosell Aiquel
Karen Maron, Corresponsal del Medio Oriente y Africa, nombrada como una de las 100 reporteras de guerra mas influyentes del mundo



Mientras se lleva a cabo la ofensiva por parte del Ejército libanés en las montañas de Arsal para expulsar a Daesh (acrónimo árabe formado por las mismas palabras que componen ISIS, Estado Islámico de Irak y Siria, por sus siglas en inglés), de su territorio, que en el día de ayer hizo una pausa, analistas militares catalogan la batalla precedente liderada por Hezbollah - que se llevó de manera conjunta- "una obra maestra militar", por la rapidez y fluidez con que se concluyó el combate, en una región de difícil acceso y donde la victoria de las milicias no puede ser ignorada por Occidente.

"La liberación de la región de Arsal de los terroristas de Jabhat al-Nusra por parte de Hezbollah, en julio, allanó el camino para que el ejército libanés asumiera la tarea de liberar el resto de su territorio ocupado por el Daesh",  manifestó el ex embajador de Libano en México, Nouhad Mahmoud.

Tras una reunión de Emergencia del Alto Consejo de la Defensa en Beirut el pasado 8 de agosto, el presidente de Líbano, el General Michel Aoun y su primer Ministro Saad Hariri, anunciaron la determinación del gobierno de liberar el territorio libanés de terroristas y confirmaron esta tarea con el resto de la Coalición Internacional contra el Terrorismo

"La reunión fue el último punto de los preparativos del ejército libanés para liberar las colinas alrededor de Al-aa, Fakeh y Ras-Baalbeck en la frontera nororiental con Siria de los terroristas de Daesh, que han estado allí en los últimos tres años", afirmó Mahmoud.

El Líbano, considerada otrora la Suiza de Oriente Medio, la París del Levante, el encanto del Viejo Mundo, el ave fénix del Mediterráneo, se ha visto amenazada de forma colateral durante los últimos seis años por el conflicto en la vecina Siria, territorio éste, el libanés, donde se dirimen desde hace decenios, conflictos que no le son propios.

El "jurd" (aridez) de Arsal -actual centro de operaciones militares- es una zona árida seguida de una cadena montañosa de unos 150 kilómetros cuadrados, entre el Líbano y Siria. Esta localidad libanesa, situada en la provincia de la Bekaa, es la única ciudad sunita en este valle -de mayoría chiíta- y desde hace mucho tiempo, una ciudad aislada donde se refugiaban delincuentes, fugitivos y traficantes.

Desde 2010, en vísperas del conflicto sirio, cayó en manos del grupo terrorista Al Nusra, siendo una de las principales vías por la que atraviesan las armas y municiones hacia Siria. A su lado está la provincia siria de Qalamún, región de difícil acceso.

A partir de 2011, la periodista Karen Marón comprobó sus primeros movimientos militares dentro de territorio libanés y corroboró que más de 4 mil milicianos se habían concentrado allí con sus familias. Eran combatientes pertenecientes a dos grupos armados: Daesh y Al Qaeda.

Las características de estos sitios convierte delicada la operación en la región. En su punto culminante sobrepasa los tres mil metros de altitud y en invierno, el jurd de Arsal se ve recubierto por una capa de varios metros de nieve. La noción de "frontera administrativa" Líbano-Siria se difumina y donde el tráfico y el contrabando se ha intensificado. Esta zona como otros pasos fronterizos donde ha trabajado, nunca han sido registrados en las  Naciones Unidas por lo que los habitantes de los pueblos cercanos suelen cruzar sin pasar por controles ni la necesidad de papeles, convirtiéndose en una irregularidad grave.


En ese difuso límite con Siria, en Wadi Khaled, situada al noreste del país, cuando Maron entrevistó a milicianos provenientes de Siria en territorio libanés, ondeaba la bandera azul del Movimiento del Futuro liderado por Saad Hariri -hijo de Rafik Hariri, muerto en 2005- adquiriendo una relevancia especial en el paisaje.  

En este contexto y entre miles de refugiados que se han asentado en la zona, los terroristas se han infiltrado entre ellos. Los puestos fronterizos fueron ocupados rápidamente por el Frente al Nusra, que comenzó a planear ataques con coches bomba contra el Sur de Líbano. Los terroristas takfiris, detenidos después de varios atentados con coches bomba en Beirut, confesaron haber recibido órdenes de su centro de mando en Arsal.

La ofensiva contra el antiguamente denominado Frente Al Nusra (una organización terrorista derivada de Al Qaeda, que opera en Siria y en Líbano) actualmente Jabhat Fateh al-Nusra o Jabhat al-Nusra (Frente de la Victoria para el Pueblo de Gran Siria)  ha sido épica. El grupo que anunció su creación el 23 de enero de 2012, es considerado como "el más agresivo y exitoso brazo de las fuerzas terroristas".

Las milicias de Hezbollah, reconocieron que la batalla había sido muy difícil, y que los combatientes extremistas se concentraban en un área de entre dos a cinco kilómetros cuadrados, es decir, el cinco por ciento del territorio que controlaban antes del comienzo de la ofensiva.

No dieron cifras de bajas entre sus filas, aunque sí reconocieron que los francotiradores del enemigo dificultaron en ocasiones su avance. Mostraron la gruta de unos 400 metros de profundidad, donde el grupo mantuvo durante meses a los 16 militares capturados y las celdas de dos metros cuadrados donde los encerraban cuando supuestamente cometían alguna falta.

Los dieciséis militares fueron tomados como rehenes en una incursión en territorio libanés en agosto de 2014 y no fueron liberados hasta el 1 de diciembre de 2015, a cambio de trece presos encarcelados en el Líbano.

Un miliciano de Hezbollah, se mostró convencido de la imposibilidad de que los terroristas puedan volver a irrumpir en territorio libanés porque, según ellos, la frontera ha quedado completamente sellada tanto del lado libanés por el Ejercito Libanés como del sirio

Ante el hostigamiento y la superioridad militar de Hezbollah, los terroristas lograron negociar un acuerdo para que todos los elementos armados vinculados a Al-Qaeda que se hallaban en la región de Arsal, así como todos los demás presentes en suelo libanés, se retiraran de allí. El acuerdo estableció que fueran concentrados y evacuados en 170 autobuses hacia la región de Idlib, en el norte de Siria, que está bajo el control de grupos rebeldes liderados por Al Qaeda.

El pacto incluyó a los miembros del estado mayor regional de Al-Qaeda, que se había instalado en el campamento palestino de Ain al-Helue, en la región libanesa de Saida, aprovechando el hecho que se trata de un campamento de refugiados palestinos que goza de extraterritorialidad.

Es por ello que el triunfo de las milicias de Hezbollah contra Al Nusra,  ha llamado la atención de los analistas militares, que consideran que  los seis años de guerra en Siria han ayudado a provocar un "cambio" en las filas de la Resistencia: de ser una fuerza asimétrica, Hezbollah se convirtió en un ejército "táctico" capaz de "llevar a cabo operaciones complejas mejor que cualquier ejército regular."

Arsal es un laboratorio de guerra natural. Por primera vez desde su aparición, Hezbollah actuó como un verdadero ejército "híbrido", recurriendo tanto a la guerra asimétrica como a la guerra regular. Una rareza en un mundo donde las tropas terrestres de las "grandes potencias regulares" sufren deficiencias.

Esta victoria de Arsal prueba que Occidente ya no puede ignorar a este partido político libanés ni su brazo armado -milicias y aliados del Presidente cristiano Aoun-  del curso de las negociaciones políticas sobre el futuro de la región.  






Operación conjunta contra el terrorismo y el surgimiento de un nuevo Hezbollah

La exitosa operación militar se desarrolló extraordinariamente en forma conjunta. Los combatientes de Hezbollah llevaron a cabo ataques con cohetes con el apoyo de ataques aéreos de Siria contra puestos terroristas en las afueras de Arsal y las montañas de Qalamoun en Siria.

La batalla de  Arsal  ha  sido un  gran triunfo que  ha permitido  liberar este  territorio  fronterizo de cien kilómetros cuadrados y  evacuar alrededor  de   diez  mil personas, entre  civiles  y combatientes extremistas. 

El ejército libanés también mantuvo una fuerte seguridad alrededor de Arsal para asegurar que los terroristas no pudieran infiltrarse en la ciudad. La artillería del ejército repetidamente bombardeaba a los terroristas y les impedía avanzar hacia los campamentos sirios cerca de la ciudad.

El ministro del Interior, Nouhad Machnouk, solicitó la presencia de las Fuerzas de Seguridad Interna y de los oficiales de Seguridad General en la sala de operaciones del ejército libanés para asegurar una coordinación constante. Es la primera vez que el Ejército libanés coordina oficialmente sus acciones con el Ejército Árabe Sirio y con el Hezbollah.

Las fuerzas armadas libanesas, tomaron posesión de este territorio en el  flanco  de la  república, no sin las  criticas  de sus adversarios  locales- cabe recordar que los terroristas fueron acogidos calurosamente por la población de Arsal y disponían del respaldo pasivo de los partidos políticos vinculados a Arabia Saudita, como la Corriente del Futuro de Saad Hariri, las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea y el Partido Socialista de Wallid Joumblatt.- por la operación conjunta con Hezbollah y Siria.

Pero otros políticos y analistas, consideran que han cumplido el objetivo  de "pacificar  la  frontera  con  Siria" y estabilizar el Libano, teniendo en cuenta que el terrorista Frente Al Nusra cuenta con el apoyo del principado de  Qatar y Arabia Saudita

El contexto fue propicio para la ofensiva de Hezbollah que fue facilitado tanto por la realidad militar y política en Siria, como por los acuerdos internacionales que permitieron a la fuerza libanesa crear zonas de influencia en la frontera del país.

Hezbollah estuvo activo en las montañas de Qalamoun desde 2013 y los militantes han sostenido durante mucho tiempo el área. Sin embargo, el gobierno libanés ha esperado hasta ahora para hacer frente a la última amenaza, mucho después de haber tomado el control total de la región trás la batalla por Qalamoun.

Los analistas señalaron dos facetas que determinaron el momento de la exitosa ofensiva conjunta: las actuales situaciones militares y políticas en la región.

"Hay dos dimensiones que explican el momento. En mi opinión, la parte relacionada con la evolución en el campo, tenía que ver con una acción preventiva contra Daseh", manifestó el analista político libanés, Talal Atrissi.

Atrissi manifiesta que ve la batalla actual "como un medio para evitar que Daesh cambie de unidades de Raqqa, su capital de facto en Siria, mientras el grupo pierde terreno"

"Incluso dentro de la escena política libanesa, los políticos dudaban de la batalla de Arsal. Pero ahora la apoyan y todos los boletines de noticias lo demuestran. Aquellos que estaban apostando por el proyecto de Daesh en la región, ya no pueden hacerlo ", agregó Atrissi.

"También hay problemas en el Golfo con Qatar. Ahora es Al Nusra contra todas las otras organizaciones sunitas en Siria, perdiendo su cobertura regional", explica, refiriéndose al anterior nombre de Jabhat Fatah Al-sham

"Así que en el Líbano, la mayoría de la gente apoya la ofensiva, regionalmente están ocupados con el conflicto entre el Golfo y los estadounidenses en este momento no saben qué hacer. Todo esto permitió que Hezbollah entrara por estas brechas y pusiera en marcha su ofensiva en Arsal"

Por su parte, Rami G. Khouri, columnista y profesor de periodismo en la Universidad Americana de Beirut, considera que el momento es un tema de prioridades: "Hezbollah estaba demasiado ocupado peleando en tres o cuatro frentes principales. El gobierno sirio estaba de espaldas y apenas sobrevivía. Sólo con la ayuda masiva de Rusia, Irán y Hezbollah, fue capaz de continuar y por lo tanto esta ofensiva de Arsal, no fue una prioridad en su momento"

Por su parte, Hilal Khashan, profesor de estudios políticos de la Universidad Americana de Beirut, dijo que el momento de Hezbollah debía coincidir con la visita del primer ministro Saad Hariri a Washington y su reunión con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

"Lo más importante para Trump es luchar contra el terrorismo y Hezbollah está luchando contra Daesh en Siria y esto puede usarse para convencer a Washington de reducir las sanciones planificadas. También está diciendo que Hezbollah es una fuerza a tener en cuenta, así que no la persigamos".

"Hezbollah es una parte integral de la guerra contra el terrorismo", agregó Khashan. "Es por ello que la Resistencia y el resto de los actores se están moviendo al ritmo de las decisiones internacionales. Muchas agendas tenían que coincidir y las cosas tenían que ser tomadas en cuenta antes de que la ofensiva de Arsal pudiera tener lugar ", describió

Añadió que aunque Rusia y los Estados Unidos no permitirían que Hezbollah estableciera zonas de influencia en algunas partes de Siria -como Deraa o los Altos del Golán- su presencia a lo largo de las afueras de Arsal era aceptable.

"Ahora estamos entrando en otra fase del conflicto sirio. Está llegando a su fin y ahora es necesario establecer zonas de influencia y sacar la situación post-Siria de guerra civil ", agregó Khashan.

"El principal aliado de Estados Unidos son los grupos kurdos en el norte de Siria y el aliado más importante de Rusia, es Irán, pero no es una alianza fácil", dijo Khashan, añadiendo que ambos actores internacionales querrían reducir la influencia de Irán en Siria.

"Sin embargo, después de la batalla por Qusair, se estableció que la región será una zona de influencia de Hezbollah que se extiende desde Masnaa -cruce a Siria-todo el camino de Al-Qaa en Líbano y esto no afecta a Rusia o a  los Estados Unidos."

Por su parte el Instituto de Investigación Americano Soufan Group, acaba de publicar un nuevo informe sobre la potencia del Hezbollah libanés al que califica de "fuerza por delegación" de Irán en Oriente Medio.

Los autores del informe dicen estar particularmente sorprendidos por la “flexibilidad” de las fuerzas militares de Hezbollah en Siria y su capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones.

El informe subraya que, contrariamente a los que algunos habían esperado, la presencia de combatientes de Hezbollah en Siria no ha debilitado al movimiento, sino que ha aumentado su experiencia de combate.

"Esta nueva experiencia militar se añade a un arsenal de casi 100 mil misiles y cohetes que Irán ha suministrado a Hezbollah tras la guerra de 2006", señala el informe. Los misiles tienen grandes ojivas explosivas y son altamente precisos.

"Irán ha equipado al Hezbollah libanés con misiles antitanques Kornet. En Siria,   ha tenido la ocasión de mejorar considerablemente sus tácticas de combate clásicas en este terreno, lo cual le permite tener la capacidad de infligir grandes daños a las unidades blindadas israelíes en caso de una nueva confrontación", se dice en el informe.

William Booth, periodista del Washington Post estima que más de una década después de la última guerra en 2006, el movimiento libanés ha quedado completamente transformado en el plano militar.

"Hezbollah es hoy una potencia militar regional, una fuerza de ataque transfronteriza, con miles de soldados experimentados tras cuatro años de combates en los campos de batalla sirios. Hay 7 mil combatientes de Hezbollah en Siria, según las estimaciones de los comandantes israelíes", describe Booth.

Booth añade que "los combatientes de Hezbollah habrían sido formados por asesores iraníes y habrían aprendido a utilizar, en el combate, los armamentos más sofisticados, como la cuarta generación de misiles Kornet. Ellos han manejado drones en Siria y han aprendido a luchar al lado de los tanques y la artillería".

Elias Hanna, general retirado del Ejército libanés y profesor de la Universidad Americana de Beirut, dijo al mencionado diario que "en 2006, Hezbollah llevó a cabo una guerra de guerrillas. Hoy es un ejército convencional”.
La pregunta que nos podemos hacer es ¿qué pasará con estos combatientes cuando termine la guerra de Siria y vuelvan al Líbano con ese potencial.? Es un problema que Líbano deberá resolver para su propia conservación y composición única en el Oriente Medio. 



La segunda fase de Arsal

La segunda batalla del jurd de Arsal que se libra contra los elementos del Daesh y es monitoreada personalmente por el presidente del Líbano, el general Michel Aoun, -quien supervisa las acciones del ejército libanés- promete ser larga y diferente a las demás. Al no haber en esa zona habitantes ni nómades de paso, los terroristas no podrán recurrir al uso de kamikazes.

Disponen, en cambio, de grandes cantidades de armamento, que les fue entregado por Alemania, Estados Unidos y Francia. Ese armamento incluye lanzacohetes antitanques Milan (franco-germanos) y TOW (estadounidenses).

El Mando General del Ejército libanés y el del sirio, estuvieron coordinados, estudiando los últimos detalles de su plan militar en el marco de las operaciones para liberar las posiciones de la banda ultrarradical Daesh, cerca las regiones de Ras Baalbeck y Al-Qaa, en el este de Líbano y limítrofes con Siria.

El Daesh todavía  ocupa  la   franja  fronteriza  del pueblo cristiano de  Qa  y de la comarca  de  Ras  Balback, vecina de la antigua ciudad  romana  de  Heliopolis.  Para llevarla  a cabo    hay  que  conseguir  una distribución de  las  misiones bélicas  entre el ejército  libanés y el  Hezbollah,  junto con el ejercito sirio  al otro lado de la frontera. Es  una   empresa que necesita  complejas  negociaciones  internacionales. Entre las  garras del Daesh, está la suerte de nueve  militares  libaneses  secuestrados hace  años.

Ahora cercados en un territorio de 300 kilómetros cuadrados prácticamente vacío de población, parece muy poco probable que esta nueva fase de la batalla pueda terminar en un acuerdo negociado, como el fin de la primera,  ya que los terroristas sólo podrían ser evacuados hacia Idlib, en Siria, lo cual obligaría a esos elementos de Daesh a declararse fieles a Al-Qaeda.

De esta manera, el ejército libanés, y por el otro el Hezbollah y Siria emprendieron de inmediato una ofensiva coordinada durante la cual ya lograron tomar las posiciones avanzadas de Daesh.

Mientras tanto, otras unidades del Ejército Árabe Sirio se disponen a liberar toda la región de Deir-ez-Zor y milicianos kurdos, armados y dirigidos por consejeros de Estados Unidos, tratan de tomar la ciudad siria de Raqqa

Al cabo de 7 años de guerra, toda la región del Levante podría verse liberada de grupos y terroristas en los próximos meses, exceptuando únicamente el "Emirato Islámico de Idlib"

El líder del grupo chiíta Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrralah,  señaló en un discurso televisado, que "está claro que el ejército libanés liberará del Daesh las áreas de Ras Baalbek y Al Qaa", donde se han hecho fuerte los terroristas.

Asimismo, señaló que los milicianos de Hezbollah estarán "al servicio" de las fuerzas armadas nacionales. "El Daesh debe saber que la batalla es inminente y que por primera vez existe consenso nacional" en torno a ella" advirtió el líder.

Un consenso nacional, anunciado desde el inicio de la alianza del actual Presidente de Líbano, el General cristiano Michel Aoun y el líder del Hezbollah chiíta,  cuando en una entrevista exclusiva realizada por la corresponsal Karen Marón le manifestó "en el Líbano todavía había sedimentos de las guerras anteriores y el pueblo estaba dividido. Al mismo tiempo hay un movimiento de resistencia y la función más importante es crear un ambiente de armonía entre los libaneses. El entendimiento con Hezbollah aportó estabilidad y empezó a destruir el miedo en la sociedad", asegurando además que es también  una relación estratégica, "que se basa en una visión sobre el Líbano y en toda la región"







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