Seminario sobre Acceso a la Justicia de las personas con discapacidad.
Para la Facultad de Derecho y Gobierno de la Universidad San Sebastian es un privilegio dar inicio a este seminario sobre: “Derecho de acceso a la Justicia a personas en situación de discapacidad.”
Hoy en día estamos viviendo una revolución del pensamiento humano, del ethos de nuestra humanidad, de este siglo XXI, en que el término derecho, de ser exclusivo de los juristas, o de solemnes declaraciones constitucionales e internacionales, pasa ha convertirse en un sentimiento, en un concepto en el pensamiento y en la boca de todos, no tiene exclusividad y lo encontramos en todos los ambientes, en todas las clases sociales, en todos los niveles culturales, en los excluidos de la sociedad, en fin, ha sido apropiado por las personas de las mas diversas condiciones y eso hace un cambio que logra vivificar la palabra y la convierte en mi derecho o en nuestro derecho.
Estamos conmemorando este año los 70 años de la Declaración de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, comprobemos entonces que desde la revolución Francesa con su libertad, igualdad y fraternidad del siglo XVIII debieron pasar dos siglos y dos guerras mundiales para que esos principios se convirtieran en Derechos Humanos universales, en que la Libertad se convierte en los derechos civiles y políticos, la igualdad en los derechos económicos, sociales y culturales y la fraternidad en la justicia y solidaridad de los pueblos. Por lo cual la conquista de cada uno de ellos no ha sido fácil y siempre por el camino largo, pero aquí estamos hoy en nuestra Facultad, en este seminario, hablando de Derechos, de derechos humanos porque no hay nada mas importante que la persona humana, es el compromiso con la dignidad humana que emana de su propia naturaleza y en la cual se sustentan los derechos humanos, los que no se crean sino mas bien se descubren por la recta razón y se les da reconocimiento por el legislador.
Pero me pregunto y les pregunto ¿De que sirve el Derecho sino es posible vivirlo? Esto es convertir la letra en palabra viva y no en letra muerta, ¿como hacerlo? La respuesta es clara, todas y cada una de las personas sufran o no de discapacidad tiene el derecho inalienable de acceder a la justicia y su acceso será mas o menos justo dependiendo de cuan evolucionado esté el sistema judicial, en este caso en Chile y se realicen los ajustes razonables para que ello ocurra sin discriminación.
Por ello tenemos, como escuela de derecho, el imperativo ético de hablar de esta realidad que por mucho tiempo no se ha reconocido, ni atendido e invisibilizado. A pesar que existen principios orientadores en el ámbito constitucional, a saber:
a) El artículo 1° inciso cuarto de la Constitución nos señala que “El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías" que ella establece;
b) En igual jerarquía y armonía a los preceptos señalados, el artículo 5º inciso segundo de la Carta Fundamental agrega que: “El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.”;
Y tomo este último artículo para señalar que el primer tratado de derechos humanos del siglo XXI, ratificado por Chile en el año 2006 es la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de Naciones Unidas, por lo cual, en virtud de nuestra carta política, los Organos del Estado, que incluye al poder judicial, debe respetar y promover los derechos garantizados por ella y uno de esos derechos es el Acceso a la Justicia que establece su artículo 13, el que está vigente y rige plenamente en Chile, haciendes exigible a: Chile asegurar “…que las personas con discapacidad tengan acceso a la justicia en igualdad de condiciones con las demás, incluso mediante ajustes de procedimiento”… para ello nuestro país debe promover “la capacitación adecuada de los que trabajan en la administración de justicia, incluido el personal policial y penitenciario.” Pues bien, han pasado 11 años desde la ratificación de Chile y estamos aquí conversando de este tema lo que significa que a pesar del tiempo aun falta mucho por avanzar en este mandato imperativo y obligatorio.-
Lo expresado es una derivación del principio de igualdad. El término igualdad suele emplearse en sentidos diversos y acepciones distintas, a saber: igualdad natural, fundada en la naturaleza humana; la igualdad jurídica, que significa el goce por igual de todos los derechos. La igualdad jurídica es una proyección de la igualdad natural de todas las personas en el mundo del derecho. Es una consecuencia del principio supremo de justicia o dicho de otro modo, la prohibición o exclusión de las distinciones arbitrarias, irrazonables e injustas en el mundo jurídico.
Por lo tanto en torno de la dignidad que singulariza a todo sujeto de la especie humana, se articula el sistema constitucional chileno, siendo menester poner de relieve que si la Carta Política asegura a todas las personas los derechos fundamentales, debemos por lo tanto asegurar el derecho de las personas a participar, con igualdad de oportunidades, sin exclusiones ni discriminaciones.
Para lo anterior, lo estamos comprobando, no basta toda la normativa nacional e internacional que he señalado, se hace necesario un cambio de paradigma, una vuelta cultural, una mirada diferente y desafiante con nuestra propia rigidez mental. Es vital comprender la necesidad de realizar adecuaciones, ajustes razonables, para que podamos hablar honestamente de igualdad de derechos.
Es por ello que felicito con entusiasmo a los organizadores de estos seminarios y agradezco al Servicio Nacional de la Discapacidad por darnos la oportunidad de participar como colaboradores y por la confianza que han tenido en nosotros para abrir los espacios, conocer que se está haciendo en la región y las directrices que se entregan desde Naciones Unidas. Esperemos que al salir de aquí hoy demos un paso más en el reconocimiento del otro y sus derechos, esperemos que se vayan terminando, ocupando un término del papa Francisco, los excluidos en nuestro país.-
Muchas gracias
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