Hacia una Asamblea Nacional de Rectores.
La presidenta Bachelet señaló en el discurso del 21 de
mayo, que Chile había cambiado, que la sociedad se encuentra empoderada, que
demanda cambios y que éstos deben hacerse
manteniendo la gobernabilidad del país.
Una de las reformas centrales del
gobierno y que
comenzó a dar sus primeros pasos en el Congreso es la reforma educacional.
El Ministro Eyzaguirre tiene claro, desde que lanzó su primera iniciativa, que iba a transformarse en una de las autoridades más expuestas del ejecutivo.
Inició el proceso con la creación
de la figura del administrador
provisional en los establecimientos
universitarios, la que ha
venido acompañada por una batería de
proyectos, como el término del lucro, la selección y el copago. Todas reformas
que promueven un cambio estructural, en cómo
se ha entendido el sistema
educativo en nuestro país.
El debate está recién comenzando y es realista considerar que por la naturaleza de la iniciativas, los
intereses que están en juego y
envergadura de las reformas es muy probable que se constituya en el
escenario en que el oficialismo y la oposición
enfrenten una batalla ideológica,
que pondrá sobre la mesa sus diferencias más estructurales. Por eso, es cada vez más necesario, en este
llamado al diálogo constructivo que ha hecho la mandataria, que existan las instancias para un debate efectivo,
provechoso y constructivo de todos los
actores que participan del proceso
educativo.
No son
suficientes las instancias que hoy
existen. De hecho, se requiere un marco
institucional, para que todos los Rectores, dialoguen, se conozcan y se
pronuncien de manera regular y como
actores sean partícipes de una
transformación, como la que
estamos viviendo del sistema de
educación superior.
El Consejo de Rectores
de las Universidades Chilenas
CRUCH( organismos que reúne a las
universidades estatales y privadas llamadas tradicionales chilenas
anteriores a 1981 o que derivaran
de ellas) no es esa instancia y no
pretende serlo. De hecho ha
tendido a cerrarse frente a las demandas
de nuevas entidades. En una de sus últimas sesiones determinó que al menos hasta al 2017 no se permitirá el ingreso de nuevas universidades al sistema único de admisión. Y no olvidemos que una
de las tareas fundamentales del
CRUCH, es la aplicación
del sistema nacional de selección
e ingreso , que actualmente es
la prueba de selección
Universitaria PSU. Lo hace por intermedio de la Universidad de Chile a través
del DEMRE, encargada de la administración
de la PSU.
Por lo tanto la decisión de impedir nuevos ingresos, ha
provocado la justificada molestia de aquellas universidades que aspiran a ser parte del sistema único de
admisión, y deja de manifiesto la
inconveniencia que aspectos tan
relevantes como la selección universitaria
queden íntegramente entregadas a
los dictámenes de un grupo de interés.
Por eso es necesario constituir formalmente, desde el
Estado, una instancia que permita, ser protagonista a todos los actores de la educación superior. Debemos crear una Asamblea Nacional de Rectores, que
no reemplace al CRUCH, sino que lo
complemente y que lo constituyan tanto las universidades de las llamadas
tradicionales como las privadas. Para que
puedan dialogar, participar y
encontrarse en un debate constructivo. No hacerlo, no es un problema que redunde
en un acto discriminatorio
hacia determinados rectores, como se pueda pensar, sino que
lo es para miles de estudiantes universitarios y sus familias,
especialmente las mas vulnerables, que definitivamente quedan sin
representación.
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